Reseña del gastrónomo
Un favorito de muchos comensales son; Tacos Don Luis, y es que cuando llegas a un lugar y hay una fila enorme, a la que sin preguntar llegan los comensales y solo toman su lugar en ella, sabes que has llegado al lugar correcto. La línea avanza con velocidad, ya que este puesto tiene a sus lados algunas mesas lo que hace que el movimiento sea expedito. O bien sentarse en la barra del mismo puesto y fingir un omakase y dejarte querer por el taquero y que te sirva lo que quiera. Con apenas 40 años de servicio ininterrumpido, todo funciona como maquinita de reloj suizo, cada quien lo suyo. Te sientan y un mesero te atiende de inmediato. Este puesto queda por la lateral de Av. Patria, justo antes de bajar el paso a desnivel de Av. Ávila Camacho para cruzar hacia plaza patria. Hay mucho lugar para estacionarte, en la calle pues, pero hay.
Tienen; cabeza, labio, carnaza, ojo, cachete, sesos, lengua, suadero, chorizo, bisteck, buche y pastor y una barra con 5 salsas que van de no picor a una con picor alto y por la que pasa una de guacamole, de chile de árbol y de habanero.
Ordené un centro de mesa, de lo mas colorido. En el que venía unos tacos lengua $28 (éstos son lo de mayor precio y son los mas baratos de la ciudad) en una tortilla mas bien de tamaño chica, con copia para que amarre, te sirven una lengua muy blandita, si quieres que sea muy jugosa hay que pedir de la parte media o trasera, con muy buen sabor, que seguro le da la cocción de otras proteínas que han de hacer en la misma olla. Fueron un par e iniciaron a sanar el alma de inmediato. Seguí con los tacos de suadero $16 justo mi expectativa, y claro fueron por los que fui. El suadero lo cortan y lo dejar dorar un poco hasta conseguir algunos doraditos, que es lo que busco en ellos, y que aportan el sabor de antaño, es suave, viene con su copia y con la salsa de tomatillo quedan que ni en casa de uno.
Una vez disfrutados los anteriores, di paso al taco de cachete $16 que van detonando la papila una vez que abrieron la brecha los preliminares para recibir con bombo y platillo un poco de esa grasita que necesita el corazón y que te pide el alma. Los que sabemos de esto, sabemos que ahí radica el amor por la comida y sus deleites. Es esa carnaza a la que le falto el amor de un poco de sabor de calle.
Para finalizar y darle honores a Don Lupe (el encargado del trompo) rematé con unos tacos de pastor $16 son de bajada, pero acaban en la plancha dándoles una pasadita, justo mi tipo de taco, con bordes quemaditos por doquier, pequeños crujiditos en cada bocado, saboreando ese adobo único del lugar y matándote solo con alguna de sus salsas, que seguro encontrarás la que mejor le quede a tu taco y a tu gusto.
¡Sé feliz!
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