Reseña del gastrónomo
En el chiqueo que uno como padre tiene para sus hijos, y sabedor que Claudio vive en el extranjero, aproveché su visita para llevarlo a gozar de nuestra comida mexicana que tanto añora y tanto le gusta.
Escogí este nuevo restaurante que tiene apenas 5 meses desde su apertura y que ya traía en el radar, primero porque me encantan las flautas y en general la fritanga y segundo por la cercanía a mi casa.
Se encuentra en la planta alta y cuenta con un atractivo estacionamiento al fondo que está muy cómodo. Subes las escaleras y te encuentras un lugar muy agradable, obvio todo nuevo, con mesas de madera en color crudo. Las paredes del lugar son de un color rosa clarito. Su carta no es tan abundante, pero tiene lo todo lo que complementa el deseo de ir a una cenaduría.
Iniciamos con Pozole jalisquillo $145 (solo los fines de semana) con un caldo rojizo de muy buen sabor, y carne muy limpia en trozos grandes pero de bocado, llegó en plato de barro, con su temperatura al punto, y su verdura. El grano muy bien reventado y suave de denotó horas bajo el fuego.
Seguimos con una quesadilla de res $80 y una flauta de pollo $50 que venían en el mismo plato. Algo que me gustó mucho de este lugar es que llegaron; la flauta y la quesadilla en bruto sobre el plato, y te llevan la salsitas dulces en unos jarritos para que tu bañes a tu gusto son verde y roja, para después uno mismo adornar con lechuga y rábano y al final ellos, cual restaurante italiano lo haría, rallan queso cotija por arriba del plato hasta que digas “listo”, por lo que la personificación del platillo es totalmente tuyo pero el sazón de ellos, que a veces es lo que uno busca, sí comer pero como uno quiera. La quesadilla de res con una masa que le ponen su caché, un queso adobera bien fundido y la misma carne en trozos del pozole. La flauta es de pollo rostizado, lo que le da un sabor mucho mas gourmet a las flautas típicas que he probado en otros lados y como te ofrecen las salsas verde o roja, yo opté por pedirlas divorciadas, lo que te recomiendo ya que ambas salsas están súper buenas.
Para terminar, así como en los toros le dan la puntilla al final, probé y compartí pues, la enchilada de carne $80 que fue la favorita de Claudio. Con un adobo muy presente en la tortilla, ya ves que se pasa por el adobo y luego de fríe un poco la tortilla hasta suavizar, pues este adobo no estaba tan ligero, sino; con mas cuerpo y mucho sabor, también espolvorean el queso por encima y bañan con esa crema muy liquida que da el toque final.
Prueba las aguas de horchata son buenazas. En total fueron menos de $400 por los dos, nada mal.
Esperando no me censuren esta vez.
¡Sé feliz!
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