Reseña del gastrónomo
Speakeasy se le llama a un bar clandestino, a este lugar que a simple vista no se ve y
que no notas que hay algo ahí. Así me pareció Erizo de Mar, un lugar de paredes
oscuras, de ventanas sin luz directa, cálido y de música suave. Disfrutando a Claudio mi
hijo que estuvo en la ciudad, nos aventuramos a este restaurante del que ya tenía varias
recomendaciones. Se encuentra en la planta baja del hotel Bellworth en la esquina de Av.
Unión y Lerdo de Tejeda, en la Americana. Ojo se entra por Av. Unión, aunque su
dirección está sobre Lerdo de Tejada. Ahí en un ambiente solemne, te reciben y te
acompañan a tu mesa. De ahí podrás observar al chef Freddy Montero, en la barra de
cocina fría, quién a tomado experiencia en varios restaurantes, incluso con estrellas
michelín como lo es; Quique Dacosta, este afamado restaurante español con 3 estrellas.
Pedimos a la carta, sentados muy propios y con toda la educación sobre la mesa. Y
degustamos el pan de masa madre de cortesía que acompañan con una mantequilla
avellanada (la que pones en el sartén hasta dorar un poco sin quemar) que emulsionan con
aceite de mejillones. Ahí te das cuenta de que este restaurante tiene nivel y va en serio.
Iniciamos con una almeja reina preparada $210 Muy fresca, de muy buena calidad, un
after taste agradable a mar. Con pequeños cubos de pepino, cebolla morada en pluma,
un pequeño abanico de aguacate y su secreto; agua de tomate que combinan con fondo
de camarón. Una entrada espectacular y deliciosa. Terminan con unas gotas de aceite de
chiles, sin picor, que acaba de dar el cerrojazo a los sabores. Acompañan con una
tostadas de maíz azul.
Seguimos con Mil hojas de mejillones y foie $170 es una entrada personal, el mil hojas
lo confeccionan con papa, que rebanan muy fina, cuecen a horno, enfrían con un peso
encima y proporcionan para freír antes de emplatar y obtener una textura increíblemente
deliciosa. Lo presentan en forma de block al que le añade 3 mejillones desconchados,
hueva de salmón, hojas de mostaza y terminan con un baño de una salsita de lo mas
buena a base de; miel de agave y foie, que aporta un dulzor sutil y lejano. Excelsa
entradita.
De fuerte coincidimos en el Papardelle de cangrejo $320 con una buena porción de
centolla (este cangrejo gigante de Alaska) y con un preparado de tocino, ostiones y
mejillones ahumados (en casa claro) picado muy finamente, que sartenean con la pasta
hecha en casa para finalizar con ralladura de yema curada, que es una sutil delicia. Un
plato extraordinario digno de una estrella Michelin.
Por último, compartimos un arroz en paella $390 con arroz calasparra con denominación
de origen, que se coce 1:3 con un buen fondo de camarón y con tropiezos de lobina y
chipirones. Y un muy buen socarrat. Acompañan con alioli y limón real.
Larga vida Erizo de Mar, una joya que debemos cuidar y disfrutar.
¡Sé feliz!
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