Reseña del gastrónomo
Metate y Café es de esas historias reconfortantes que nos llenan de vida y de entusiasmo, iniciaron en plena pandemia allá por el mes de mayo 2020, como una tortillería, dónde a pleno comal a la leña hacían sus productos a mano, con dos tipos; las blancas tradicionales y las verdes a las que le adicionan espinaca y chía. Poco a poco fueron ampliando su oferta a salsas y guisos y derivó a empezar a atender clientes con un par de mesas a lo que ahora es un gran lugar, rústico con tejabanes y un olor a leña donde tienen sus comales para poner ahí sus tortillas y gorditas, que es la especialidad. Aunque también tienen chilaquiles, molletes, machaca, quesadillas, entre otras cosas.
Tienen un estacionamiento muy ad hoc y valet por si acaso. Y ya cuentan con 2 sucursales, una por rio blanco (en la misma zona digamos) y otra en Lagos del Country sobre la calle Lago Camécuaro
Y como tenía ganas de ver a mi querido amigo Burger (que vive en cañadas) y platicar de algunos temas nuestros, lo cité ahí para deleitar estos manjares que descubrí y de los que en algunas ocasiones me había quedado con ganas de ir y por desidia no iba.
Vine directo a las gorditas que fue el curricán con el mordí el anzuelo y pedí tres que llegaron juntas y de las que les platico.
Gordita de Labio $38 de tamaño mas bien regular a chica, con una más que denotaba una gran labor de cocina, de sabor extraordinaria y humeante, bien partida por el medio y sin romperse, desbordaba esta salsita verde que tenía tropiezos grandes de labio en cubo, que asemeja mucho la textura de la lengua, pero con una suavidad mas acentuada, y de sabor mas profundo y enriquecido con un poco de grasa. Su cocción arrojaba sabores a cilantro, chile verde y ajo, de una manera sutil pero presente en cada bocado.
Seguí con la gordita de pancita $38 abultada de igual manera, y de un color rojo intenso, con sus cubos de proteína mas pequeños que la anterior pero una cocción larga que hace que las grasas se disuelvan y amalgamen con la salsa dejando un elixir de vida glorioso que, en compañía de una buena bautizada con alguna de sus 3 salsas en mesa para elegir el picor perfecto, yo escogí la de chile de árbol con ajonjolí, pero la martajada también compitió tete a tete.
Por último y para no negar la cruz de mi parroquia, no podía faltar la gordita de chicharrón prensado $38 con un sabor marcado a chiles mirasol y ancho, este guiso tiene mucha personalidad, su carnita con un poco de crunch todavía y partes suaves llenas de sabor y ganas de volver.
Vale la pena ya estando ahí, comprar las tortillas de la semana que son espectaculares, grandes hechas a mano y con un dejo de humo de leña, que también está presente en las gorditas y que les da un sabor inigualable.
¡Sé feliz!
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